Lady Gaga culmina la era Joanne con el documental GAGA: Five Foot Two

Cinco con dos pies, o lo que es lo mismo, un metro cincuenta y cinco, es la corta estatura de la gran Lady Gaga. Netflix ha lanzado el documental GAGA: Five Foot Two, producido por Live Nation Productions, justo en la fatídica fecha en la que deberíamos haber podido disfrutar del Joanne World Tour en Barcelona. Una coincidencia que casi actúa como sanación para la frustración de los miles de seguidores que no hemos tenido contar con esa suerte. 

El título del documental hace referencia a la altura de Stefani y es curioso que lo primero que vemos en el documental es ella subida a unos cables dispuesta a actuar en el medio tiempode la Super Bowl. Llegando a lo más alto de su carrera.
De la misma forma que dije en el análisis de Joanne que se sentía como una precuela de su carrera, un alto en el camino que contaba los orígenes de la historia, esta producción funciona de esa misma forma. Five Foot Two nos cuenta los meses antes de esa gran actuación en la vida de Gaga. Y es que visto de esta forma, la era de su disco Joanne cobra un nuevo sentido. 
Es por eso que en este documental vemos a Lady Gaga abrirse, mostrar todos los sentimientos que intuíamos en su quinto álbum en forma de vídeo. La Stefani más familiar, con sus debilidades, sus ansias de sentirse mujer y sus llantos (muchos llantos).
Gracias a este enfoque que Chris Moukarbel y Gaga han querido darle, le hemos podido ver de una forma muy natural. El documental se siente muy verdadero. La vemos en facetas muy vulnerables, sobre todo las relacionadas con su familia y su enfermedad, la fibromialgia. No mentiré si digo que alguna lágrima se escapó en el momento en el que su abuela escucha la canción.

Aunque también hay momentos concretos que pueden pasar más desapercifidos como su reacción ante las flores de su ex que nos dejan ver la mujer que hay detrás del personaje. A lo largo de la producción podemos ver esos debates internos que tiene la cante en los que se plantea si alguna vez tendrá una pareja para toda la vida o si conseguirá tener hijos con su enfermedad.
Sin embargo, de la misma forma, también sale en pantalla la Lady Gaga más cañera, hablando sin tapujos de su relación con Madonna, echándole en cara que nunca le haya dicho las cosas a la cara. Oro puro televisivo. Y lo tajante y directa que es cuando se trata de ser profesional en los ensayos de su actuación. Es ahí cuando sale la Gaga más imponente, siendo consciente de quien es y lo que supone.
Y precisamente es por lo natural que se siente el documental que el proceso de creación de su disco es tan interesante. Se respira el colegueo entre Mark Ronson y ella; también con Florence en la grabación de Hey Girl. Es interesante escuchar las razones por las que ha tomado ciertas decisiones creativas, por ejemplo en el videoclip de Perfect Illusion (so underrated), y sus dudas al luego mostrar su trabajo al mundo.

No sé si la era Joanne ha terminado (no debería porque Diamond Heart todavía no ha sido número uno mundial), pero es ahora cuando Lady Gaga confirma y explica su enfoque. Joanne podría considerarse un disco homónimo y sin embargo no lo es. Porque el álbum no nos cuenta la vida de Gaga como popstar sino como hija, nieta y sobre todo como mujer. Y es por eso por lo que este documental hace referencia a la altura de Gaga, porque aunque se cuelgue de unas cuerdas y cante en el tejado de “el mayor escenario del mundo”, hay un momento del día en el que se baja de sus tacones y solo mide un metro cincuenta y cinco.

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