Análisis del videoclip de "Ghosttown" de Madonna

Hola holita, vecinito. Después de Living For Flop, Madonna ha elegido Ghosttown como segundo single de su nuevo disco, que a mí, dentro de que me gusta, no me llega mucho con tanto autotune. Pero bueno, cuestión de gustos. El caso es que yo venía a hablar de mi libro a analizar su videoclip. Dentro vídeo. 


Madonna's house

¿Quién vive ahí? Eso me pregunté yo al ver un colchón con meada de gato y un Chandelier -nótese mi inglés de Oxford- encima de un sofá. Mi duda se resuelve en el plano siguiente, donde nos encontramos a Madonna tumbada sobre uno de esos colchones. Suerte que abre los ojos poco después; estaba preocupado por si le había dado una sobredosis de botox.

Tras esto y después de mostrarnos una foto de cuando su hija estaba viva y la que estaba muerta era ella -fijaos en su moreno y sus casi inexistentes ojeras-, vemos como va directa a la televisión que tiene encendida; porque se habrá acabado el mundo, pero yo no me pierdo la telenovela de las cinco. En ese momento, protagoniza una extraña escena fruto de su locura post-apocalíptica -y de los añitos- y pega la oreja a la pantalla, parece que para escuchar mejor. ¿Publicidad implícita de GAES? Yo lo dejo caer. 

En el siguiente plano, Madonna, ya recuperada, se engalana en su espejo de camerino antes de salir. No vaya a ser que haya sobrevivido algún paparazzi y la pille poco agraciada. Por cierto, quiero dejar constancia de mi extrañeza al ver que el motivo de esta escena no sea promocionar un perfume de Britney

Yisus. 

Madonna siempre se ha caracterizado por su crítica a la Iglesia y el uso de sus símbolos para su propia imagen. Y de esto tengo que reconocer que ha bebido mucho Gaga, sobre todo en las eras The Fame Monster y Born This Way, aunque de forma más sutil. 

¿Por qué digo ahora esto? Porque precisamente por eso, no me había llamado la atención que apareciera algún crucifijo en el videoclip. Pero, en un arrebato de curiosidad, me puse a contarlos. Oye, otros se entretienen dislocándose el codo. Digamos que aparecen, unos pocos. Concretamente: tres en Madonna's Hause, un colgante lleva y otro se pone, tres en una pulsera, dos en el corsé y, atención, uno en su dentadura -suman 11, para los de letras (estudio una carrera de letras, para los de letras susceptibles)-. La obsesión de esta mujer por las cruces es tal que se ha comprado unos dientes de diamantes con una incrustada. ¡Oh my God! 

Dato: He aquí la imagen que supuso mi muerte y resurrección -todo muy Semana Santa-.

Os animo fervientemente a que pinchéis en los enlaces que os voy dejando por la entrada. No solo sirven para entender mejor el chiste, sino que muchas veces son el propio chiste. Gracias por su colaboración.

Fiesta loca en el parque infantil.

Si os habéis dado cuenta, en la primera escena vemos un reloj marcando exactamente las doce. Esto nos indica dos cosas: uno, que a las 00:00 tiene que salir de casa por alguna razón y dos, que Madonna es una impuntual, porque como le pille un atasco, no llega -tengo un trauma con los atascos por las mañanas, dato superrelevante #todosconJas-. 

Y, un atasco no le pilla, pero se encuentra un parque y claro, ¿quién se resiste a un parque oxidado sin niños que acaparen los columpios? Por eso, en la imagen de arriba vemos a la Reina del Pop, muy digna ella, montándose una fiesta máxima que ni Ylenia en Benidorm. 

Por cierto, ahí también podéis ver una silla inclinada. Ahí y en cada rincón de los decorados. Me imagino al director diciendo: "mira, ahí hay un hueco, pon una silla tumbada, que aún nos quedan". Se conoce que pidieron un lote por error y ahora hay que amortizarlo. 

Rebel Flop -flop rebelde-

M se frustra porque no hay nadie que le balancee en el columpio, así que decide seguir su camino, sabiendo que llega tarde. He querido detenerme un momento a comentar los detalles que se encuentra por el camino, que no son pocos. Y, como ya os explicaré después, todo tiene un significado. Aquí arriba vemos los carteles ardiendo de Rebel Heart, clara analogía de las ventas del disco. 

Otros elementos que aparecen son animales. Y es que, el vídeo nos va mostrando quiénes han sobrevivido al Apocalipsis del Pop: las ratas, las arañas... También aparece un lobo, pero eso tiene más que ver con que Madonna, poseedora del trono de hierro del pop, es muy fan de Juego de Tronos, que empieza este lunes, por cierto -muero-. 

"Gaga, por favor, aunque sea un cameo".

Madonna, como ya sabéis, es fan de Lady Gaga y, por tanto, ha querido hacer su referencia a Telephone, como ya lo hizo Charlie XCX. Y es que, por si no lo sabíais, el director del vídeo de Ghosttown no es otro que Jonas Åkerlund, que ha creado obras como Paparazzi o Telephone. ¿Casualidad? No lo creo. 

Ahora vemos como todo cobra sentido. El vídeo es un mensaje de reconciliación a la Germanotta. Le está diciendo: "el pop está destruido y somos las únicas que podemos repararlo". A eso es a lo que llega tarde, tarde para reconciliarse con su principal competidora, cosa que ya insinuó en una entrevista, por cierto. ¿Será que quiere sustituir a Beyoncé o aparecer como tercera integrante en el team rollo bollo de Telephone 2.0? -Esto último que he dicho sería demasiado apoteósico mi body-.

"Mamá, papá, ¿qué hacéis?".

En la escena anterior, Madonna recibe una negativa, pero el show debe continuar. Así que, al llegar a la última escena, la mujer se sienta dispuesta a jugar una partida de ajedrez consigo misma en el tablero del suelo, claro guiño a Harry Potter. 

Antes de comenzar, se sienta pensativa -en una postura muy natural- urdiendo una estrategia para ganarse a sí misma. Pero entonces llega un señor con un rifle y, quieras que no, ya no se juega igual de a gusto. En ese momento Madonna, saca la diva que lleva dentro, se quita el sombrero tan ideal que ha cogido de un montón de basura y le engancha para marcarse una sevillana.

Al final llega el hijo de la familia feliz improvisada y vive la peor escena que un niño puede vivir: encontrarse a sus papás haciéndose cariñitos. Lo sé escalofriante. Pero, tranquilos, no le quedaron secuelas graves. 


Hasta aquí mi análisis del videoclip de Ghosttown. Madonniers..., Little Madonnas..., Madonnistas..., bueno, seguidores de Madonna, espero que no os ofendáis con los chistes, sabéis que voy de bueno rollo. En general me ha parecido un videoclip sencillo, pero efectivo, aunque lejos de otros firmados por el mismo director. Espero vuestras opiniones en los comentarios y las redes sociales. 






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